Esta es, sin duda, una de las grandes dudas y preguntas de las familias con las que trabajo: “¿cuánto tiempo tiene que estar mi bebé haciendo este juego o actividad?”
Como seguramente ya se pueda intuir, no hay una respuesta cerrada para esta pregunta; ya que, en lo que concierne a estimulación temprana, y más genéricamente a los bebés, muy pocas cosas tienen mediciones concretas o pueden ser vistas desde una perspectiva o blanca o negra…
Entonces, ¿cómo podemos saber que estamos aplicando las actividades de estimulación de forma correcta? ¿Sin quedarnos cortos o sobreestimular? La realidad es que hay una serie de pautas o señales que nos pueden indicar el camino. Y, precisamente de eso, hablaremos hoy aquí 😉
el tiempo de concentración en los bebés
La atención es una capacidad mental necesaria e imprescindible para el desarrollo de los más pequeños, al suponer la base para procesos cognitivos y de aprendizaje; sin embargo, necesita de entrenamiento prolongado… Los niños no nacen con la madurez cerebral necesaria para estar enfocados en una actividad durante grandes períodos de tiempo: todo lo que les rodea son estímulos y necesitan de su esfuerzo para abstraerse de ellos y poder dirigir toda su atención hacia algo concreto; de ahí que no suelan mantener la concentración más allá de unos momentos.
Partiendo de que la capacidad de concentración suele desarrollarse hasta bien entrada la adolescencia (hasta los 17 años más o menos), lo lógico es entender que los bebés la tengan muy limitada en estos momentos iniciales de la primera infancia. Y esto resulta importante tenerlo en cuenta porque debe ayudarnos, como familias, a moderar nuestras expectativas cuando planteemos juegos o actividades a los más pequeños.
Para concretar más y ofrecer cifras completas… Los niños en su primer año de vida suelen tener un tiempo medio de concentración que va de ¡1 a 3 minutos! Precisamente por eso nos parece que pierden el interés constantemente. Pero nada más lejos de esto: es la forma en la que su cerebro está preparado para recibir estímulos.
claves para optimizar los tiempos de concentración durante las actividades de estimulación
Atendiendo a ese tiempo de concentración tan limitado de nuestros bebés… ¿tenemos que cambiar de actividad cada 3 minutos? ¡Qué estrés! En realidad, hay varios parámetros que nos pueden ayudar a optimizar los tiempos de estimulación:
· OBSERVACIÓN – imprescindible durante esta primera infancia y que va en coherencia plena con que cada bebé tiene sus ritmos propios. Es fundamental que hagamos el esfuerzo de observar los tiempos que marca cada bebé para adecuar el tiempo de cada actividad o juego a sus necesidades y ajustar así nuestras expectativas a sus capacidades y habilidades.
· CENTRARSE EN EL JUEGO – Es decir, no estar pendiente tanto de si lleva jugando a algo 2 o 4 minutos; si no si la actividad a la que se está dedicando le mantiene entretenido, despierta su curiosidad, le incentiva a la repetición o, por el contrario, demuestra carecer de interés hacia ella. Seguir estas pistas es la forma más segura de acertar con el tiempo dedicado a cada juego o actividad y la mejor forma de optimizar la estimulación de los más pequeños.
· TIEMPO DE DESCANSO – Cualquier actividad o juego debe realizarse siempre cuando el bebé esté descansado y receptivo. De lo contrario, corremos el riesgo de obtener un resultado totalmente contrario al deseado y, en vez de tener un bebé estimulado, tener un bebé irritado porque no se están cubriendo sus necesidades más básicas. Por ello no hay que anteponer la actividad de estimulación al descanso, ya que se ambas cosas se necesitan mutuamente.
consejos para optimizar el tiempo de concentración de los bebés
Siempre teniendo en cuenta lo que hemos visto en los apartados anteriores, aquí van algunos consejos que pueden ayudar a fomentar su concentración:
– Prepara varias actividades o ten varias propuestas de juego pensadas; de forma que si notas que pierde interés en alguna puedes proponerle alternativa de forma rápida.
– Aunque su tiempo de concentración es limitado, los bebés aceptan de muy buen grado la repetición. Por ello, no dudes en repetir varias veces aquel juego que ha despertado su interés o que más le ha entretenido e, incluso, hacerlo a lo largo de diferentes momentos del día.
– No pienses que estimulación son únicamente propuestas de juego o actividades que requieran de mucha elaboración o preparación. Canciones o cuentos son alternativas sencillas y fáciles y suelen captar plenamente su atención.
La observación va a ser la gran aliada de cara optimizar los tiempos dedicados a las actividades de estimulación; siempre recordando que es cada bebé quien marca los ritmos y adecuando los juegos a sus capacidades, habilidades e intereses.