Incluso antes de nacer, los bebés están en constante movimiento; sin embargo, una vez que nacen debemos ayudarlos a desarrollar las habilidades motoras (como trabajar la pinza) que les permitirán convertirse en individuos independientes.
Por ello, el aprendizaje de estas habilidades es una parte crucial del desarrollo infantil, ya que les ayudará a aprender sobre el mundo y lograr su desarrollo cognitivo.

¿Qué es la psicomotricidad?
Psicomotricidad proviene de dos palabras: En primer lugar psico que se refiere a la psique (pensamiento, emoción) y en segundo lugar, motricidad que se refiere a la movilidad (movimiento y por lo tanto, desarrollo motor).
La palabra psicomotricidad se asocia a diferentes capacidades sensoriales, emocionales y cognitivas de la persona que le permiten desenvolverse con éxito en un contexto determinado.
Estas habilidades motoras permiten los movimientos que los niños necesitan para las tareas cotidianas, desde jugar y alimentarse solos hasta moverse de un lugar a otro.
Por lo general, los niños desarrollan ciertas habilidades motoras a edades específicas, pero no todos los niños alcanzarán los hitos exactamente al mismo tiempo.
Es importante la educación, la prevención y la terapia como herramientas para moldear la psicomotricidad de un niño y contribuir a la evolución de su personalidad.
Diferencias entre psicomotricidad gruesa y psicomotricidad fina.
Algunas actividades refuerzan estas habilidades de movilidad; pero antes debemos entender la diferencia entre psicomotricidad gruesa y fina:
Psicomotricidad Gruesa:
Las habilidades motoras gruesas usan los músculos grandes del cuerpo para permitir el equilibrio, la coordinación, el tiempo de reacción y la fuerza física para que podamos hacer movimientos más grandes, como caminar, correr y saltar.
Psicomotricidad Fina:
Estos actos implican habilidades con las manos y los dedos, como agarrar o separar objetos pequeños.
Ambas habilidades psicomotoras son esenciales. Pero este post lo voy a centrar en la psicomotricidad fina y en las herramientas -como juguetes pequeños- y actividades que podemos realizar para estimularla.

Psicomotricidad fina y los dedos índice y pulgar.
Las actividades de motricidad fina implican destreza manual y, a menudo, requieren la coordinación de los movimientos de las manos y los dedos con los ojos, lo que se conoce como coordinación ojo-mano.
Los componentes de las habilidades motoras finas incluyen poder agarrar y manipular objetos, así como usar ambas manos para una tarea y usar solo el índice y pulgar para levantar algo en lugar de toda la mano, algo que empiezan a desarrollar entorno a los 8-9 meses y que podemos fomentar trabajando con ellos.
¿Cómo enseñarles a trabajar la pinza?
En primer lugar lo que tenemos que hacer es enseñarles a realizar la pinza, mostrándoles como unir el dedo índice con el pulgar y cogiendo algún objeto para que lo imite.
Actividades para trabajar la pinza.
Aquí te dejo alguna actividad que servirá para favorece el control y la coordinación ojo-mano:
- Introducir objetos cotidianos en una botella. Esta actividad consiste en introducir objetos como garbanzos, macarrones, dentro de una botella de plástico y de uno en uno.
- Comida. Podemos ponerles para comer guisantes o garbanzos y ver como practican para llevárselos a la boca.
- Hacer tiras de papel. Utiliza restos de papel para que tu hijo las rasgue cogiéndolas con el dedo índice y pulgar. Esta tarea además ayuda a controlar la presión.
- Ayudar a tender o jugar con pinzas de la ropa. Puedes pedirle que una papeles o que te ayude a tender utilizando pinzas de la ropa.
- Pegatinas. Aprender a despegar y pegar pegatinas ayuda a perfeccionar el movimiento fino de los dedos. Además llenarlo todo de pegatinas es algo que les encanta.
- Abrochar y desabrochar con botones o cremalleras. Mejora su autonomía y perfeccionan la pinza.
- Plastilina. Hacer formas redondas y aplastarlas con el índice y pulgar va a favorecer mucho su desarrollo motor fino.

Como ves hay muchas maneras de trabajar la pinza y te recomiendo que pruebes la que más cómodos os haga sentir, ya que la forma en que interactúas con tus hijos y la orientación que les das es esencial para que el juego interactivo mejore las habilidades motoras 🙂
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