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Bebé experimentando con los pies

El desarrollo del bebé en su primer año de vida

Cuando tienes un bebé, el primer año de vida pasa a una velocidad de vértigo, cuando te quieres dar cuenta, ya estáis soplando su primera velita y tu bebé ya ha alcanzado muchos de los hitos del desarrollo y si no lo ha hecho aún no tardará mucho en hacerlo.
El día de su primer cumpleaños miras hacia atrás y te preguntas, de una manera nostálgica, pero feliz… ¿Cómo has podido crecer tan rápido? Hace nada lo tenías en brazos por primera vez y en poco tiempo empezó a voltear de un lado a otro, a reptar, a gatear, a sentarse sin apoyo, a caminar, a decir las primeras palabras… ¡Y todo esto en un año!
Pero no hay ningún bebé igual y aunque se suelen alcanzar los hitos evolutivos dentro de las mismas franjas de edad, es normal encontrarse muchos casos en los que se alcanza antes o después. Si os fijáis en la cantidad de guías o incluso en las orientaciones que os voy a dar y veis que vuestro pequeño no cumple las franjas de desarrollo, no debéis alarmaros. Verlo como una guía orientativa y ante todo consultar con vuestro profesional de salud que será el encargado de evaluar su desarrollo.

Desde el nacimiento al tercer mes:                         

– Pasa la mayor parte del tiempo dormido, hacia finales de esta etapa tiene más ratos despierto.
– Reconoce la voz del padre o la madre y le tranquiliza escucharla.
– Puede levantar la cabeza estando boca abajo, según pasa los meses aguanta más.
– Le llaman la atención los colores vivos y siempre que estén en contraste.
– Empezará a fijar la mirada y podrá seguirte.
– Descubre sus manos y juega con ellas.
– Cuando le hablas responderá con sonrisas o balbuceos.
– Al final de esta etapa, si le coges en brazos comienza a sostener la cabeza.

Desde el cuarto al sexto mes:

– Puede orientarse hacia los sonidos y comienza a gritar para llamar la atención.
– Comienza a reír a carcajadas en los momentos de juego.
– Intenta coger objetos si se los presentas cerca y hacia el final de la etapa los cogerá solo.
– Descubre sus pies y se los lleva a la boca.
– Comienzan los primeros volteos.
– Contesta cuando le hablas.
– Boca abajo se sostiene con apoyo de las manos.

Desde el séptimo al noveno mes:

– Dan comienzo las primeras palabras. Empiezan con silabas como ta, ma, pa…
– Se interesa por los objetos.
– Le gusta tirar juguetes al suelo y comprobar que ocurre, causa-efecto.
– Al final de la etapa puede tener un objeto en cada mano.
– Empieza a extrañar si no estás cerca.
– Es capaz de mantenerse sentado con apoyo y al final de la etapa sin apoyo.
– Da comienzo el arrastre.
– Puede realizar ordenes sencillas: aplaudir, decir adiós y hola con la mano.

Desde el décimo mes al primer año de vida:

– Da comienzo el gateo.
– Se desplaza en búsqueda de objetos.
– Si le escondes objetos es capaz de encontrarlos.
– Es capaz de meter y sacar unos objetos dentro de otros.
– Puede comer solo, aunque usará mayoritariamente sus manos.
– Comienza a ponerse de pie con apoyo, al final de la etapa podrá hacerlo sin apoyo.
– Os llamará diciendo mamá y papá.
– Atiende a ordenes como “dame”.

Os dejo el enlace a un artículo muy interesante sobre los hitos del desarrollo: http://www.mipediatraonline.com/hitos-del-desarrollo-bebe/

Como habréis podido comprobar en cuestión de unos pocos meses la evolución es alucinante. Necesita de vuestra ayuda para poder lograr cada uno de los hitos del desarrollo. En la primera etapa es muy importante potenciar los sentidos, pasando después a la manipulación de objetos, comenzará a sentir la necesidad de desplazarse e irá progresando en la comunicación gestual y verbal. Es necesario crear un buen lazo afectivo con los que le rodean, que le den y refuercen la seguridad y la confianza en sus progresos.
Cómo siempre digo hay que crear oportunidades de desarrollo en los más pequeños y por ello, una estimulación adecuada es la clave. Os dejo el enlace a mi primer post sobre estimulación adecuada http://miotroyo.es/estimulacion-temprana-bebes/

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Sobre Natalia González

Soy Natalia González

Diplomada en magisterio infantil, licenciada en Psicopedagogía y emprendedora.

Mamá de tres hijos maravillosos. Con mi primera hija, no solo tuve una niña preciosa, si no también la necesidad de reenfocarme en aquello que me encanta: la estimulación temprana, aplicándola siempre a través del juego y respetando el ritmo único y propio de cada bebé.

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